Conclusiones del 1er Congreso de Dirección Pública Profesional


Los días 2 y 3 de diciembre del 2019, se realizo de forma conjunta entre la ADPP, el Instituto Andaluz de Administración Pública – IAAP y el ITCIP, el primer congreso global online de Dirección Publica Profesional, con ponentes de 5 continentes, en la modalidad on line dirigido a todos los interesados en la Dirección Publica Profesional de España como del mundo. 
Dicho congreso tuvo dos objetivos fundamentales:
Para España, "aumentar la difusión de la idea de la dirección pública entre los altos decisores, mediante un formato – en línea – que les permita acceder, sin desplazamientos y en el momento que elijan, a los contenidos. Además, poner en contacto a quienes trabajan en el ámbito académico, jurídico o de gestión en esta materia".
Para el resto de los paises e instituciones, "compartir iniciativas y dar a conocer sus avances, y apoyar los procesos de desarrollo o de toma de decisiones a favor de la figura de la dirección pública profesional y favorecer el benchmarking".
Las conclusiones que se desprendieron del mismo son:
1.       La implementación de la Dirección Pública Profesional (DPP), esa rótula que pone en marcha las relaciones entre política y Administración,   tiene un largo recorrido en los países de tradición anglosajona  - RU, EEUU, Australia…- y en los del centro y norte de Europa, pero también se está desarrollando en otros como Portugal, Perú o Chile, por sus efectos positivos en la eficiencia y la integridad de los Gobiernos y las Administraciones Públicas. “No habrá buenos resultados de gestión por muy buena política y/o buena función pública que se tenga”, según los académicos.
2.       “Donde hay mala dirección no habrá buena Administración” comparten en países como Israel, México, Argentina, Sierra Leona, Francia…
3.       En nuestro país se está desarrollando más lentamente aunque ya se cuenta con buenos ejemplos de “cuasi DPP” mediante iniciativas parciales en algunas Comunidades Autónomas y Gobiernos Locales – Diputaciones, Cabildos y Ayuntamientos.
4.       Las dificultades de implementación general se sitúan en una regulación inadecuada – en el EBEP, de forma dispositiva – y en la cultura del “spoil system” de partidos políticos. La posición de los decisores sobre las competencias directivas ha de cambiar.
5.       La sociedad civil es una buena palanca para la sensibilización y el control, según se desprende de la experiencia de la ACGP y la ADPC de Cataluña y Canarias, respectivamente, y de la ADPP, con la organización de este 1er Congreso Global.
6.       Los avances en cuanto a formación en competencias directivas para personas empleadas públicas han sido espectaculares en los últimos años, según se desprende de los trabajos del INAP, la EAPC, el IAAP, la EBAP… o las universidades, como la de UVIGO.
7.       Hay Administraciones que se están convirtiendo en tractoras en esta materia, de otras, como la Diputación de Barcelona en relación con sus municipios.
8.       La creación de estatutos de DPP puede ser un buen camino, si se crea entre todos, como se mantiene desde Andalucía.
9.       La regulación del directivo público tiene un perfil jurídico, pero tiene dos requisitos previos: el del liderazgo político – se lo tiene que creer el gobierno – y que la dirección pública es sobre todo organización.
10.    El ejemplo de compromiso de los organismos internacionales o que trabajan en redes internacionales es evidente, según se desprende de las experiencias del BID, el CLAD, la OCDE…
11.    Los ODS y la DPP tienen su punto de encuentro en el objetivo 16 - Paz, justicia e instituciones sólidas - , según la AECID.
12.    En cuanto al primer nivel de la DPP hay que tener en cuenta que “profesionalizar no es funcionarizar”. La DPP tiene que ver con las competencias directivas, principalmente aunque también con la publicidad, el sistema de vinculación y el de desvinculación, la estabilidad y la independencia…lo que se denomina la “ecología de la DPP”.
13.    La inteligencia emocional es también un enfoque clave para la DPP.
14.    Los retos en la AGE, las CCAA y las EELL son diferentes pero tienen un núcleo común.
15.    Hay ámbitos de gestión concretos en nuestro país, como el de la Sanidad, especialmente hospitales, o algunos ayuntamientos, con gran tradición en gerenciación.
16.    La certificación de competencias directivas es una buena opción tanto para personas empleadas públicas como para las que no lo son y quieren optar a un puesto de DPP.
17.    La conducta ética, además de una competencia directiva mas, puede ser una palanca clave de vinculación, como se defiende en la Diputación de Guipúzcoa.
18.    Los sindicatos más innovadores pueden contribuir decisivamente a la mejora del clima laboral y la recuperación de los mejores valores del servicio público apoyando la profesionalización de la dirección pública.
19.    La aproximación de las personas que desarrollan una función política a los niveles de gestión les  requiere resituarse, y de un proceso de adaptación y aprendizaje.
20.    La renuncia de las personas que desarrollan una función política a la libérrima designación de directivos, se considera un factor decisivo a favor de la transformación de las Administraciones, y la integridad.
Es menester analizar, como podemos vincular dichas conclusiones con la situación actual de Argentina, tomado el periodo 2015-2019, ya que las medidas del año 2020 están por implementarse.
Es aquí donde tenemos que precisar algunos puntos a resaltar:
En primer lugar, tenemos que observar que se concluye que en Argentina tenemos una mala dirección, y eso se debe, entiendo, a que durante el año 2018 el 98% de las designaciones de los miembros de la ADP fueron designados de forma transitoria y en gran mayoría sin cumplir los requisitos exigidos por la legislación actual.
En segundo lugar, los requisitos para acceder a la ADP, fueron plasmados en el año 2008. Es decir, hace mas de una década que no se actualizan los mismos, cuestion sumamente fundamental atento que el desarrollo global de los paises exigen cada dia funcionarios mas capacitados en materias de liderazgo, dirección, gestión publica, entre otros, encontrandose este punto relacionado con una regulación inadecuada, ya que las competencias directivas han evolucionado con el transcurso del tiempo, pero no los requisitos exigidos por la legislación argentina.
E fundamental resaltar que una de las conclusiones analiza la posibilidad de crear estatutos especiales para la dirección publica profesional, cumpliendo en este caso un rol fundamental,a mi entender, lo plasmado en el "Consenso sobre una función publica profesional".
Otros de los puntos para analizar, es la "formación en competencias directivas para personas empleadas públicas" siendo fundamental el rol para dicho desempeño que tenga el INAP en los próximos años.
Encuentro tres puntos fundamentales a desarrollar en un futuro por nuestro país:
La denominada Ecología de la Dirección Publica, asociada principalmente con las competencias directivas,  con la publicidad, el sistema de vinculación y el de desvinculación, la estabilidad y la independencia; la inteligencia emocional; y la certificación de competencias directivas, tanto para personas empleadas públicas como para las que no lo son y quieren optar a un puesto de ADP.

Solamente "ajustando los sistemas adoptados a las peculiaridades de cada contexto a los fines de contrarrestar la prevalencia de las prácticas informales que actúan en menoscabo de la plena implementación de segmentos directivos profesionales, constituye uno de los principales desafíos ante una realidad que pone de manifiesto la fuerte desarticulación entre la instauración formal de los sistemas y su efectivo funcionamiento" (Mercedes Iacoviello, Mercedes Llano y Luciano Strazza).


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